BITRENES

Desde abril, un decreto autoriza la circulación en todo el país de estos camiones con semirremolques biarticulados, pero está pendiente su reglamentación. Qué ventajas ofrecen en términos económicos, ambientales y de seguridad vial.

Por Estefanía Gómez Balsells

A fines de abril, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, firmó el decreto 574/2014 que autoriza la circulación en las rutas nacionales de bitrenes, como se denomina a los camiones con semirremolques biarticulados. Esta iniciativa abrió el debate en torno a los beneficios y las dificultades que podría conllevar su introducción. Por un lado, están quienes aseguran que aquellos constituyen la manera más segura de transportar carga, tanto para el conductor como para quien transita por las carreteras. Asimismo, valoran el menor uso de combustible por tonelada transportada —que se traduce en mayor competitividad para las empresas y en una reducción en las emisiones de dióxido de carbono— y el menor daño a los caminos. Por el otro, la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) asegura que, como consecuencia de la ausencia de controles por parte del Estado, no existe nada que impida que un bitren circule con una carga mayor de la permitida, lo que podría provocar accidentes y daños en las rutas. La implementación de este tipo de transporte de carga, que es novedosa en el país con la excepción de la provincia de San Luis, depende ahora de la definición de los “corredores” de circulación, reservada a la Comisión Nacional del Tránsito y la Seguridad Vial.

El bitren, en comparación con los camiones convencionales, incrementa la longitud de 20,5 y 22,4 metros a 25,25, lo que le permite transportar entre 76 y 90% más de carga que las formaciones regulares. Así, el peso neto de carga aumenta de 29 a 54 toneladas, pero el peso por eje se ve disminuido en 19%, lo que reduce el daño a la infraestructura vial en 56%. Esto se debe a que el peso por eje baja de 10,5 a 8,5 toneladas. Además, consume entre 40 y 70% menos de combustible por tonelada transportada.

Desde 2012, San Luis había autorizado la circulación de este tipo de transporte de carga en sus rutas y ya cuenta con ocho B-dobles, siete de ellos destinados al transporte de granos. “Tenemos el orgullo de ser la única provincia en Argentina que permitió la circulación de los bitrenes, que tienen la capacidad de carga que multiplica a la de los camiones tradicionales. Esta es una herramienta más que se le brinda a los empresarios sanluiseños para reducir aproximadamente 40% el costo de transporte. San Luis lo puede hacer porque dispone de una infraestructura en carreteras única”, había destacado en abril pasado el entonces ministro de Industria, Comercio, Minería y Transporte de esa provincia, Walter Padula.

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