TRANSPORTE MARÍTIMO

Referentes del sector proponen acuerdos para resolver la situación de los trabajadores afectados y darles prioridad en la vacunación contra el Covid-19.

Por Redacción terminalC

Referentes del transporte marítimo internacional manifestaron su compromiso con la resolución de la crisis del cambio de tripulaciones y la consiguiente repatriación de los trabajadores, un problema que “aún está lejos de resolverse”, según admite la Declaración de Neptuno, impulsada por el Foro Marítimo Mundial. El texto fue refrendado por casi medio millar de asociaciones, cámaras, foros, sindicatos, organizaciones y empresas, incluidos jugadores de primera línea como BP (British Petroleum), Cargill, CMA-CGM, Cosco Shipping, Evergreen, Hapag-Lloyd, Maersk, Mediterranean Shipping, Pacific International Lines, Rio Tinto y Shell.

La Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF, por su nombre en inglés) sostuvo que ese compromiso “ha renovado las expectativas y depositado la responsabilidad en la industria para que utilice su influencia y ponga fin a la creciente crisis del cambio de tripulaciones”, por la que “cientos de miles de marinos de todo el mundo se han visto obligados a realizar lo que equivale a trabajos forzados”.

En diciembre, la Organización Marítima Internacional (OMI) estimaba que cerca de 400.000 marinos en todo el mundo permanecían a bordo de sus barcos, sin contrato, sin percibir en muchos casos sus salarios y sin posibilidad de ser repatriados.

El titular de la OMI, Kitack Lim, ha venido manifestando su rechazo a las cláusulas “sin cambio de tripulación” exigidas por ciertos fletadores. Ha pedido a los propietarios y operadores que las rechacen en caso de que les sean exigidas y ha reclamado a los gobiernos que garanticen el derecho a condiciones de trabajo seguras y decentes. Por su parte, en una resolución aprobada el 1 de diciembre, la Asamblea General de la ONU planteó la necesidad de reconocerlos como trabajadores esenciales, de tomar medidas que permitan su repatriación y de garantizar su acceso a la atención médica.

La Declaración de Neptuno afirma que “ésta no es una forma aceptable de tratar a la gente de mar” y advierte que la fatiga después de períodos prolongados de permanencia a bordo tiene consecuencias para el bienestar físico y mental de los trabajadores, aumenta el riesgo de incidentes y desastres ambientales y constituye una amenaza para la integridad de las cadenas de suministro.

El texto identifica tres problemas clave que “evitan los cambios de tripulación” y que demandan acciones urgentes: la falta de implementación consistente de los protocolos de salud de alta calidad; un aumento de los costos a corto plazo derivado de la aplicación de esas mismas normas; la reducción del número de vuelos y los problemas de conectividad entre los principales centros de cambio de tripulación y las principales naciones marítimas.

Tras destacar la importancia de un trabajo conjunto entre la industria, las organizaciones y los gobiernos para “implementar soluciones que funcionen en la práctica”, los firmantes se comprometen a “tomar medidas para resolver la crisis del cambio de tripulación”, con base en la posición de cada uno en la cadena de valor, y garantizar así “los derechos y el bienestar de los marinos que apoyan las cadenas de suministro globales”.

En ese sentido, proponen:

• Que se reconozca como “esenciales” a los trabajadores marítimos, en línea con la resolución de la Asamblea General de la ONU, se facilite su tránsito a través de las fronteras y se garantice su acceso prioritario a la vacunación contra el coronavirus.

• Que la industria y los gobiernos apliquen protocolos basados en las mejores prácticas para los cambios de tripulación y la realización de los viajes.

• Que armadores y fletadores compartan información pertinente de forma transparente y colaboren para garantizar que los cambios de tripulación necesarios se realicen con el menor impacto posible en términos de costes y retrasos; en tal sentido, el propietario debería avisar al fletador con la mayor antelación posible sobre los cambios de tripulación previstos, mientras que éste debería hacer todos los esfuerzos razonables para adaptarse a ellos, incluida la necesidad de hacer un desvío razonable.

• Que ningún contrato de fletamento contenga cláusulas que impidan llevar a cabo los cambios de tripulación necesarios.

• Que la industria de la aviación y la industria marítima trabajen en conjunto para garantizar la capacidad de transporte aéreo entre los principales centros de cambio de tripulación y las naciones marítimas, en un marco de normas armonizado y fiable.

Entretanto, la Cámara Naviera Internacional (ICS, por su nombre en inglés) enfatizó la necesidad de que los trabajadores marítimos ocupen un lugar prioritario en los planes de vacunación. En un comunicado, alertó que la propagación de nuevas variantes de Covid-19 en Brasil, Sudáfrica y el Reino Unido está impulsando mayores restricciones en los cambios de tripulación.

“ICS exige que los gobiernos de todo el mundo se tomen en serio sus deberes con la gente de mar y eviten que se repitan los errores de 2020. El comité de expertos legales de alto nivel de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) concluyó el año pasado que los gobiernos habían violado los derechos de la gente de mar y no cumplieron con varias disposiciones del Convenio sobre el trabajo marítimo durante la pandemia de Covid-19”, dice el texto.

Al respecto, explica que un barco promedio tiene tripulación de hasta tres nacionalidades y en ocasiones de hasta treinta. “Este hecho dificulta la posibilidad de vacunar por nacionalidad, que es el modelo actual de distribución de vacunas. El acceso prioritario a las vacunas para toda la gente de mar y los protocolos claros de ‘pasaporte de vacunas’ de conformidad con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se consideran vitales para el mantenimiento del comercio mundial”, agrega.

Por su parte, el secretario general de la ITF, Stephen Cotton, manifestó su satisfacción frente al compromiso asumido por los actores del transporte marítimo. “Ahora se espera que las palabras se traduzcan en actos”, afirmó.

“Ante la aparición de nuevas variantes de COVID-19, observamos lamentablemente como los gobiernos dan marcha atrás e introducen más restricciones. Ha llegado el momento de que los directores generales y los miembros del consejo de administración de todas las empresas que dependen del transporte marítimo mundial exijan a los gobiernos que no se olviden de los trabajadores esenciales que impulsan sus economías y desbloqueen sus fronteras a los marinos antes de que empeore esta crisis, añadió el dirigente sindical.

Cotton aseveró que las compañías tendrán que “rendir cuentas” y que los fletadores deberán trabajar con los armadores para facilitar los relevos. “Esto implica que los inversores soliciten a las compañías de las que son propietarios y de las que se ocupan información sobre lo que están haciendo para abordar la crisis. Y preguntarse por qué hay compañías del sector que no han firmado esta declaración”, concluyó.

Publicado el 01-02-2021
Foto: OMI.