TRATADOS DE LIBRE COMERCIO

A fin de año vencen las preferencias arancelarias que benefician a sus productos. Sus términos aún deben ser aprobados por los parlamentos de las partes.

Por Redacción terminalC

Ecuador espera cerrar un acuerdo con la Unión Europea antes de fin de año, cuando vencen las prerrogativas comerciales para los productos que exporta a ese destino bajo el Sistema Generalizado de Preferencias Plus (SGP+), que no serán extendidas, según confirmaron representantes del bloque.

En los meses que quedan, las cláusulas de ese acuerdo aún deben ser aprobadas aún por el Consejo de Ministros y luego por el Parlamento de la UE, así como por la Asamblea Nacional en el caso ecuatoriano, tras el visto bueno de la Corte Constitucional.

A mediados de julio, el Consejo Europeo confirmó a Ecuador que ya había concluido el proceso de revisión jurídico-lingüística del Protocolo de Adhesión al Acuerdo Comercial Multipartes —del que ya son parte Perú y Colombia—, uno de los requisitos para que avance la aprobación. El sitio web del Ministerio de Comercio Exterior ecuatoriano contiene los textos que integran el paquete de la negociación comercial, en concreto, los compromisos de ambas partes en materia de acceso a mercados de bienes y servicios.

“El esquema administrativo de la UE es complejo, pues tienen que hablar con los primeros ministros de los países miembros para recibir el apoyo y luego con los europarlamentarios y a pesar de todo el apoyo que recibimos de la comunidad internacional hay temas como la salida del Reino Unido de la UE, lo que genera retrasos inevitables”, dijo el ministro de Comercio Exterior del gobierno ecuatoriano, Juan Carlos Cassinelli, a los integrantes de la Comisión de Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional. Y aseguró que “no habrá acción que no se haga” para que la firma se concreta a más tardar en diciembre.

De enero a mayo de este año, Ecuador despachó productos a la UE por valor de 1.141,9 millones de dólares, un monto que representa 14,7% de sus exportaciones y 24,8% de las no petroleras, cuya incidencia cayó drásticamente desde el año pasado como resultado de la baja de los precios del crudo.

Hace un tiempo, con datos de 2013, la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor) había estimado que las exportaciones de ese país a la UE pagaban aranceles por valor de poco más de 35,9 millones de dólares —excluido el banano—, y que en un escenario de no renovación del SGP pasarían a tributar casi 400,0 millones de dólares.

Ese año, los aranceles alcanzaban a camarones congelados, jugos de frutas, y papayas, mangos y demás frutas. Con el vencimiento de las preferencias, aumentarían las tasas que pagan esos tres productos, pero además caerían las exenciones que hoy favorecen, por ejemplo, a los despachos atún entero o en trozos, las rosas, otras preparaciones y conservas de pescado, los extractos y concentraciones de café, las hortalizas congeladas, los camarones frescos y los palmitos.

La prehistoria de las negociaciones remite a 1993, cuando los países de la Comunidad Andina (CAN) firmaron un acuerdo marco de cooperación con la UE. Durante una cumbre entre ambos bloques en 2002, se renovó y amplió ese entendimiento, para incluir ahora un tratado de libre comercio. La primera ronda de negociaciones comenzó cinco años después y en 2008 se estableció que cada país de la CAN elegiría ser o no parte de los aspectos comercial, político y de cooperación de ese acuerdo, en función de sus posibilidades, con diversas intensidades, plazos y velocidades.

Colombia y Perú aprobaron los términos de su adhesión en 2011 y firmaron el acuerdo a mediados del año siguiente. Bolivia decidió mantenerse al margen y Ecuador, que había abandonado las negociaciones en 2009, las retomó formalmente en 2014.

Los exportadores ecuatorianos esperan mantener los beneficios del SGP+ y ampliar las oportunidades para la agroindustria y la producción forestal, por ejemplo. Otros sectores han manifestado su rechazo al acuerdo con la UE, como la Confederación de Nacionalidades Indígenas o la agrupación Ecuador Decide. La vocera de esta última, Paulina Muñoz, ha manifestado que el ingreso sin arancel de productos europeos afectaría a agricultores y ganaderos, así como a la industria farmacéutica.

En abril pasado, el representante de la UE en Ecuador, Peter Schwaiger, había manifestado que “no hay plan B” a la aprobación del acuerdo y descartado de ese modo la posibilidad de extender el SGP+, según consignaba entonces El Comercio. Schwaiger, refería también el diario, había transmitido el interés del bloque en que Ecuador solucionara algunos aspectos técnicos, como la normativa interna en temas como como importaciones automotrices o medicamentos genéricos, entre otros.

Publicado el 26-07-2016
Foto: Puerto de Guayaquil (archivo).