MERCOSUR

A pesar de los avances en materia de diversificación productiva y exportadora, su economía sigue atada al desempeño de los commodities y de Brasil.

Aunque en el último decenio Paraguay ha ampliado sus mercados de exportación y mejorado en términos de diversificación productiva, la sobrevaloración de esos factores llevó a que el gobierno subestimara la dependencia de los factores externos y sobreestimara el crecimiento del país para este año, argumenta Fernando Masi, investigador y director del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (CADEP), en la última edición de la revista Economía y Sociedad, que publica esa entidad.

“Tradicionalmente exportadora de materias primas agrícolas y reexportadora de productos asiáticos a los países vecinos, la economía paraguaya ha estado expuesta en forma creciente a las vicisitudes de los mercados externos.  Fue un factor externo, la construcción de Itaipú, el que promovió una expansión económica sin procedentes del Paraguay, de la misma manera que la terminación de esa obra causó más tarde la caída a un escenario de recesión y estancamiento. Luego, fue el boom de los commodities de los años 2000 el que permitió recuperar el crecimiento económico, impulsado esta vez por el aumento de las exportaciones de carne, soja y sus derivados. Asociado con este fenómeno, el mejor desempeño de las grandes economías de los países vecinos, principalmente del Brasil, contribuyó a apuntalar el PIB paraguayo”, sostiene Masi.

Sin embargo, apunta, “subestimar la dependencia de los factores externos fue un error del actual gobierno al estimar el crecimiento económico del Paraguay en 2015”. Esa estimación, explica, se sustentaba en que la economía paraguaya había iniciado un proceso de diversificación productiva, ya no tan dependiente del sector agrícola, y en la evaluación de que la recesión experimentada por los países vecinos no sería relevante, dado que “la economía paraguaya se encuentra en proceso de desacople de las economías del Brasil y de la Argentina”.

Si bien el gobierno proyectó para este año una expansión del PIB de 4,5%, consultoras privadas nacionales e internacionales estiman que llegará como máximo a 3,5%. Según Masi, la previsión oficial sobreestimó la capacidad de la construcción, el comercio y la industria para compensar el escaso dinamismo del sector agropecuario. Al mismo tiempo, minimizó el impacto de la menor demanda de commodities y la baja de sus precios, como resultado del menor crecimiento de China, la recesión rusa y el pobre desempeño de la economía europea, aunque el aumento de los volúmenes de las exportaciones de soja y de carne podría compensar esa caída en los precios.

Finalmente, el director del CADEP refiere que el gobierno restó importancia a la recesión brasileña. “No se puede desconocer que el Brasil es el segundo mercado más importante de la carne paraguaya, absorbe un valor relativamente importante de la producción de soja y es el principal mercado del trigo y el arroz. Es, asimismo, el principal mercado de las manufacturas paraguayas no agroindustriales, como textiles, cuero, plásticos, metalmecánica y otros, además de ser el mercado por excelencia del comercio de reexportación”, afirma.

Aunque dice que, en el actual contexto económico latinoamericano, “crecer menos de 4% no es realmente un problema”, plantea que debe preocupar que “las autoridades económicas del país hayan presentado una estimación del crecimiento carente de rigurosidad técnica, construida sobre supuestos de diversificación productiva y de desacoplamiento de las economías vecinas cuya importancia fue magnificada”.

Publicado el 22-09-2015
Fuente: CADEP / Foto: Secretaría Nacional de Turismo, Paraguay (Asunción).