LOGÍSTICA PORTUARIA

Para celebrar el aniversario, un informe especial de la autoridad portuaria analiza la revolución que supuso ese sistema y los cambios que se avecinan.

Redacción terminalC

Bajo el título Cómo una caja de acero cambió la economía mundial, el Puerto de Róterdam conmemoró sus 50 años en el manejo de contenedores con una producción en la que expertos y funcionarios analizan tanto el impacto de esa innovación en la logística y el comercio mundiales como las tendencias tecnológicas que se avecinan.

“El poder del contenedor se encuentra en su estandarización: cada contenedor en todo el mundo tiene las mismas propiedades, lo que le permite ser levantado por sus esquinas en todas partes”, dice Bart Kuipers, de la Erasmus University.

Este experto en puertos y logística Kuipers asegura que los contenedores, ideados por el estadounidense Malcom McLean, son “el invento del siglo” y que hoy es imposible imaginar la logística sin ellos. Destaca también que han generado un enorme aumento de la productividad en el transporte. “Los buques solían estar en el puerto durante semanas, pero ahora el mismo trabajo se realiza en tan sólo unos días”, grafica.

Róterdam fue uno de los primeros puertos en tomar en serio a los contenedores desde un comienzo. Con la Dirección Municipal del Puerto como co-iniciadora, una serie de empresas de estiba estableció en Eemhave la Terminal Europea de Contenedores (ECT, por su nombre en inglés), la primera especializada en este tipo de tráfico, según recuerda Rob Bagchus, jefe de Asuntos Públicos de ECT.

El movimiento creció rápidamente: de 65.000 TEU en 1968, se pasó a 1 millón en 1974 y a 12 millones en 2015. Eso demandó encarar un importante proyecto de extensión del puerto, conocido como Maasvlakte 2, cuya construcción comenzó en 2012.

Emile Hoogsteden, uno de los directores de la Autoridad Portuaria de Róterdam, afirma que “el contenedor ha hecho posible fabricar cada parte de un producto donde sea más barata” y precisa que hoy “90 por ciento de lo que vestimos, comemos y consumimos es transportado por barco”. Países Bajos es el quinto exportador en términos de intercambio de bienes, por delante de países como Francia, Corea del Sur o el Reino Unido, y gran parte de ese comercio se realiza a través de contenedores.

De acuerdo con las cifras que proporciona el informe especial —disponible en inglés—, el transporte marítimo representaba en 1970 cerca de 10% del costo minorista final de un producto; hoy, esa proporción es de 3% en promedio. Y el costo es aún menor para los productos pequeños. Transportar un par de zapatos desde Asia a Europa cuesta 60 centavos de euro, algo así como 0,5% de su precio final.

Kuipers destaca el impacto que el contenedor ha tenido en la economía de Asia. Dice así que, en la medida que se puede importar desde esa región muchos productos a un precio más bajo, cerca de 500 o 600 millones de personas han pasado a formar del sistema de producción internacional, que les ha permitido prosperar.

Hoogsteden, en tanto, argumenta que el comercio global ha hecho que un número creciente de personas acceda a un mejor cuidado de su salud, en concreto, a las más recientes medicinas y desarrollos en la ciencia médica.

No todas son buenas noticias, admiten. A veces, los tiempos del transporte marítimo no se compadecen con la ansiedad de los consumidores o los tiempos de la moda. Por otro lado, los barcos emiten grandes cantidades de dióxido de carbono y muchos contenedores viajan vacíos.

Durante todo este tiempo, el mismo contenedor ha experimentado algunos avances. Por ejemplo, hay contenedores refrigerados, para productos que requieren condiciones de temperatura controlada, o plegables, para responder a todas las necesidades de la industria. Ha crecido también su mercado.

Según refiere Kuipers, ahora son transportados en contenedores marítimos productos tradicionalmente enviados por avión, como las flores, u otros para los que se utilizaban buques especiales, como las bananas. Paralelamente, están comenzando a aparecer buques capaces de llevar 20.000 contenedores, algo impensable hace 20 años.

El informe consigna que para 2020 se espera que el mercado minorista chino sea tan grande como los de Francia, Japón, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos combinados.

“Nosotros estamos constantemente innovando y mirando hacia el futuro. No se construye un puerto para sólo un par de años; usted tiene que planificar el futuro por décadas”, plantea Hoogsteden. Así, en los tempranos 90, la autoridad portuaria publicó el Plan 2010, que preveía todo lo que se ha construido en el pasado reciente, como Maasvlakte 2, e incluso proyectos que están en curso, como el túnel de Blankenburg.

Por último, el informe pasa revista también a las innovaciones tecnológicas proyectadas para los próximos años. Entre ellas, aborda el papel de la robótica, la internet de las cosas e hiperloop, un sistema de transporte de alta velocidad para personas y carga, aún en desarrollo.

Publicado el 18-05-2016
Foto: Troy Stoi – Freeimages.