POLÍTICA FLUVIAL

Aquietada de momento la polémica en torno de la Hidrovía, el gobierno nacional proyecta iniciar a corto plazo las obras de dragado de esa vía navegable.

Por Martín Borja / terminalC

Luego de la polémica suscitada en torno a la Hidrovía Paraná-Paraguay, cuya concesión actual culmina a fines de abril, el anuncio de convocatoria a una audiencia pública el 7 de mayo para analizar los aspectos ambientales de las obras de dragado y apertura del Canal Magdalena, con vistas a un posterior proceso de licitación, han calmado un poco las aguas del reciente debate sobre la soberanía fluvial.

Sumado a esto, en las últimas semanas se han multiplicado las voces oficiales que reconocen esa vía como un paso “estratégico” para la navegación comercial y como un proyecto crucial en la conexión marítima entre los puertos del Río de la Plata y los del litoral de las provincias argentinas.

Por una parte, la Cancillería argentina informó el 24 de marzo último que había quedado habilitado el Canal Magdalena, luego del fondeo de una boya a la altura del kilómetro 200,800, donde se inicia, y se establecía así “una señal de aguas seguras o de recalada, para su navegación con calados compatibles con sus profundidades naturales”.

A través de un trabajo de la Subsecretaría de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante, dependiente del Ministerio de Transporte, en coordinación con la Cancillería y el Servicio de Hidrografía Naval, se dio un paso que muchos consideran muy importante en vistas a un proceso que facilite las condiciones del transporte de grandes cargas en la región.

Por otra parte, desde Transporte aseguran que en unos meses se realizará el llamado a licitación para la obra. El titular de la Unidad Ejecutora Canal Magdalena e interventor de la Administración General de Puertos (AGP), José Beni, aseguró a la agencia Télam que dicho canal “es estratégico y permitirá, entre otras ventajas, acercar los puertos fluviales con los marítimos y achicar sensiblemente los tiempos de navegación entre los distintos puertos del país”.

“Desde la Unidad Ejecutora a cargo de este proyecto hemos asumido el compromiso de avanzar en el llamado a licitación de manera ágil y rápida, priorizando y velando por la transparencia y legalidad a lo largo de todo el proceso”, aclaró el funcionario.

En términos objetivos, el canal Magdalena representa una salida mucho más directa que Montevideo para las embarcaciones y un camino más corto para ingresar a la Hidrovía.

Además, desde la dirigencia sindical de los navegantes ven el proyecto con entusiasmo, convencidos de que impulsará la actividad de los puertos bonaerenses y que será una alternativa menos costosa para las cargas provenientes de la Patagonia atlántica.

Desde esta perspectiva, es fundamental el papel que podría cumplir el puerto de La Plata en un futuro, a partir de su ubicación privilegiada y sus posibilidades de desarrollo hacia el mundo.

Luego de las obras de dragado y apertura, el Magdalena podría pasar de su profundidad actual de 4,50 metros a una de 12 metros, lo que permitirá agilizar la circulación de barcos en el Río de la Plata y, por lo tanto, reducir costos logísticos para las exportaciones argentinas. El proyecto, con un presupuesto de 25.800 millones de pesos, prevé que la obra durará dos años.

Para el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, “es un paso más hacia el fortalecimiento de nuestra soberanía nacional y el puntapié para desarrollar, diversificar y dotar de competitividad a la producción y las economías regionales del norte y el litoral argentinos”.

Asimismo, las empresas e industrias instaladas en las inmediaciones platenses, como el Astillero Río Santiago, la Zona Franca, YPF, Copetro, Siderar y el Polo Petroquímico, se verían beneficiadas con el dragado.

El proyecto del Magdalena, que despierta susceptibilidades entre los grandes operadores y conglomerados exportadores, figura dentro de la propuesta del Gobierno para trabajar sobre el Consejo Federal Hidrovía que está analizando las presentaciones realizadas para una futura nueva concesión del Paraná-Paraguay. El proyecto ya lleva varios años, impulsado entre otros por el ingeniero Horacio Tettamanti, ex subsecretario de Puertos y Vías Navegables. En 2014, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner aprobó los pliegos y llamó a licitación para la construcción del canal, con un presupuesto cercano a 310 millones de dólares.

El senador Jorge Taiana, que desde hace años es un activo promotor de la construcción del Canal Magdalena, ha dicho que “es la oportunidad de tener un puente entre la Argentina fluvial y la Argentina marítima” y que puede servir para un mejor control de la AFIP y la Aduana que prevenga maniobras de subfacturación y contrabando de mercaderías. Según algunos cálculos, la Argentina podría recaudar un monto superior a 150 millones de dólares por año a partir de esa posibilidad. Además, se supone que la obra permitirá un importante ahorro de costos en el dragado, balizamiento y mantenimiento del tramo del Río de la Plata.

Se estima además que bajarían los costos derivados de las demoras que provoca el transporte por la vía de navegación actual, por donde se calcula que circula 75% de las exportaciones y 60% de las importaciones argentinas.

Publicado el 19-04-2021
Foto: David Stanley – Flickr (ilustración).