INDUSTRIA AUTOMOTRIZ

En los primeros nueve meses del año, la balanza comercial registra un déficit de casi 5.000 millones de dólares. El Gobierno le demanda mayor inversión.

Con la mirada puesta en el rol del sector autopartista nacional, se realizó días atrás en Buenos Aires el Foro de Inversión de la Industria Automotriz Argentina, con la presencia de las principales terminales del país y autopartistas del exterior, provenientes de Japón, Corea, China, India, Estados Unidos, México, Alemania, España, Francia y Brasil.

Allí, el presidente Mauricio Macri se refirió a la importancia de la industria automotriz para el desarrollo de la Argentina, y aprovechó para demandarle “mayor inversión” a los fabricantes de componentes al considerar que son “la pata que falta” para alcanzar la meta de producir un millón de vehículos para 2023.

“Tenemos que producir más y mejor, para abastecer no sólo a Brasil sino a todo el mundo”, reclamó Macri al cierre del Foro, organizado por el Ministerio de Producción, a través de la Agencia de Inversiones y Comercio Internacional, con el apoyo de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), que agrupa a las multinacionales Fiat Chrysler, Ford, General Motors, Honda, Iveco, Honda, Iveco, Mercedes Benz, PSA Peugeot Citroën, Renault, Scania, Toyota y Volkswagen.

La balanza comercial argentina en los primeros nueve meses de este año arroja un déficit de 4.905 millones de dólares, 12,5% más alto que en igual período de 2016. Mientras las exportaciones muestran una suba interanual de 9,9%, a 1.223 millones de dólares, las importaciones crecieron 11,9%, a 4.905 millones de dólares, según un relevamiento de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), integrada por más de 200 empresas.

Al respecto, Raúl Amil, presidente de AFAC, explicó a este medio que incluso en momento de record de producción de autos, como en 2011, cuando fueron fabricados 850.000 vehículos en el país, “el déficit alcanzó 8.192 millones de dólares, porque no se llega a producir la cantidad suficiente de autopartes que necesita el mercado interno”.

Por eso, Amil valoró como “positivo” el ingreso de nuevas autopartistas, “no para reemplazar a las existentes, sino para complementar”. Según refirió, existen casos puntuales de insumos de alto valor agregado como las cajas de cambio que en Argentina sólo fabrica Volkswagen en Córdoba, “pero abastece su producción y el resto lo exporta”, aclaró.

En tanto, el presidente de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), Enrique Mantilla, señaló que hay expectativas con la presentación del Plan 1.000.000 de autos al 2023 y opinó que “la industria automotriz enfrenta cambios revolucionarios que incluyen la convergencia con la economía digital que explica los proyectos Titán de Apple, Waymo de Google y Uber con su compra de Otto y su alianza con Volvo”.

Además, explicó que se está modificando la cadena productiva con las nuevas posibilidades de la industria 4.0 en la relación entre fabricantes y proveedores; y destacó los cambios del concepto de movilidad a partir de “nuevos patrones de consumo y las diferentes exigencias regulatorias en seguridad, medioambiente y eficiencia energética”.

Respecto de los acuerdos de comercio, Mantilla expresó que “las expectativas son altas” dado que “las negociaciones Mercosur - Unión Europea alterarán el acuerdo bilateral del sector automotriz Argentina - Brasil, que hoy no forma parte del Mercosur”.

Oportunidad para multinacionales

Durante el encuentro celebrado en Buenos Aires, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, destacó el potencial de la industria autopartista a partir de la firma del Plan para producir 1 millón de autos en 2023, que el gobierno nacional acordó con las provincias de Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe, los sindicatos y las cámaras empresarias del sector.

“Juntos estamos mejorando la competitividad del sector, aumentando la integración de autopartes locales y diversificando exportaciones, y esto significa más empleo para los argentinos”, afirmó Cabrera.

Luego, el secretario de Industria de la Nación, Martín Etchegoyen, y el vicepresidente de la Agencia de Inversiones, Francisco Uranga, repasaron los instrumentos que creó el gobierno para el “fortalecimiento” de la cadena de valor automotriz. Etchegoyen anticipó que “se está trabajando en la implementación de un centro de desarrollo tecnológico público-privado para el sector autopartista con el objetivo de mejorar la innovación y la competitividad”.

“Las terminales automotrices destinamos un porcentaje importante de nuestras inversiones al desarrollo, equipamiento y capacitación de proveedores. Con los últimos anuncios serían unos 1.000 millones dólares aproximadamente para el próximo trienio”, afirmó el titular de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) y presidente de Renault Argentina, Luis Fernando Peláez Gamboa.

“Además de potenciar este proceso natural —agregó—, dado el avance de las nuevas tecnologías de movilidad y avance tecnológico es de nuestro interés trabajar en conjunto con el sector público y privado en la creación de un centro de Desarrollo Tecnológico que nos permita estar insertos en las exigencias del nuevo mapa global”.

Durante el encuentro, también disertaron el ministro de Producción de Buenos Aires, Javier Tizado; su par de Industria, Comercio y Minería de Córdoba, Roberto Avalle; y el secretario de Industria de Santa Fe, Emiliano Pietropaolo.

Por su parte, las terminales argentinas mantuvieron reuniones con potenciales inversores. Del panel “conversación con líderes del sector”, participaron Cristiano Rattazzi, de ADEFA; Raúl Amil, de AFAC; Alejandro Pedrosa, de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA); Ricardo Pignanelli, del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor de la República Argentina (SMATA), y Raúl Torres, de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).

Publicado el 26-11-2017
Foto: Ministerio de Producción.