EXPORTACIONES INDUSTRIALES

Confirmó aranceles por presunto dumping que llegan a 92,3%. Hasta agosto pasado, ese era el principal destino para las exportaciones del producto.

Por Roberto A. Pagura / terminalC

En un escenario signado por la incertidumbre, las exportaciones argentinas de biodiésel crecieron 1,5% en volumen durante 2017, a casi 1,7 millón de toneladas, según el informe difundido esta semana por el INDEC. Unos días antes, el Departamento de Comercio de Estados Unidos había confirmado los nuevos aranceles en vigencia sobre eventuales operaciones con ese mercado, que en los hechos se ha vuelto inaccesible desde agosto último.

A lo largo de 2016, Estados Unidos había concentrado 90,6% del volumen exportado por la Argentina (ver gráfico) y 92,0% de su valor, por un monto de 1.081,3 millones de dólares, de acuerdo con los registros del Ministerio de Energía y Minería. De enero a agosto del año pasado —cuando las autoridades de ese país resolvieron aplicarle un arancel de 57,0%, bajo el argumento de presunto dumping—, representaban una proporción parecida y habían generado un ingreso de 785,9 millones de dólares.

Ahora, los “aranceles finales” han quedado establecidos en un rango que va de 60,4% a 86,41% para el biodiésel argentino y de 92,3% a 276,7% para el indonesio, sujeto a las mismas impugnaciones. En rigor, está pendiente un segundo dictamen de la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos, que se conocerá en abril, pero nada indica que el criterio vaya a ser diferente. “Si bien Estados Unidos valora su relación con Argentina e Indonesia, incluso nuestros amigos más cercanos deben cumplir con las reglas”, sentenció el titular del Departamento, Wilbur Ross, en un comunicado, donde asegura que la decisión “permite a los productores estadounidenses de biodiésel recibir alivio sobre los efectos de distorsión del mercado de los productores extranjeros que se vierten en el mercado interno”.

Luis Zubizarreta, presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) —integrada por diez empresas, que mayoritariamente son también grandes jugadores en las exportaciones de porotos y aceite de soja— consideró “absolutamente infundada, arbitraria e ilegal en términos de las reglas multilaterales del comercio” la decisión y consideró que va a contramano de las declaraciones del propio Ross sobre la “buena voluntad negociadora de Estados Unidos”.

“Confiamos en que el gobierno argentino seguirá apoyando y trabajando en defensa del biodiésel y decida avanzar en la Organización Mundial del Comercio (OMC) para revertir estas medidas lo antes posible”, afirmó Zubizarreta.

Aunque Carbio advierte que “estos derechos antidumping confirman el cierre total del mercado americano por al menos cinco años”, las más recientes estimaciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por su nombre en inglés) para el mercado argentino no prevén grandes sobresaltos, al menos para este 2018.

De acuerdo con esos números, reseñada por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en su boletín semanal, las exportaciones se mantendrían en el mismo nivel que en 2017, mientras la producción crecería 3,7%, de la mano de los despachos al mercado interno, impulsados por un aumento en la tasa de corte, es decir, de la proporción en que mezcla el biodiésel con el gasoil.

Mientras la producción y las exportaciones han experimentado un desempeño irregular, esos despachos registran un crecimiento sostenido desde 2010, a una tasa que en los últimos cinco años alcanza un promedio de 6,1%. Para el período 2013-2017, una media de 43,5 litros de cada 100 salidos de las fábricas tiene por destino el mercado interno, con un máximo de 56,0 litros en 2015. En 2016 y 2017, ese volumen llegó a 1.036,4 y 1.173,4 millones de litros, respectivamente (ver tabla).

		Hasta que su gobierno alzó la barrera, Estados Unidos explicaba 90% de las exportaciones (ver gráfico).

La BCR consigna que las estimaciones del USDA dependerán de cómo se resuelvan algunas variables. Entre ellas, menciona dos. Por un lado, las investigaciones de la Unión Europea sobre presuntos subsidios a la industria argentina de biocombustibles —demandadas por los productores comunitarios de oleagionosas—, que podrían traducirse en la aplicación de nuevos derechos compensatorios, como una suerte de reedición de un expediente que se inició en 2013 con un reclamo argentino y concluyó en 2016 con un fallo de la OMC a favor de la Argentina. Por otro, el efecto de la suba de derechos de exportación dispuesta por el decreto 1027/17, que fue interpretado como un gesto de buena voluntad hacia la administración Trump (ver Buscan bajar las barreras al biodiésel en EEUU).

Como recuerda la última edición de las Perspectivas agrícolas, que elaboran la FAO y la OCDE y en esta oportunidad contiene proyecciones para el período 2017-2026, el desempeño de los biocombustibles está signado por las políticas públicas que promueven su aplicación —no exenta de controversias, que entre otros aspectos refieren al uso del suelo—, pero también por los precios de los hidrocarburos tradicionales; en otras palabras, cuando éstos caen, los incentivos para producir esos biocombustibles son menores.

“Se contempla que Argentina será un exportador importante de biodiésel y la mayoría de sus exportaciones se dirigirán a Estados Unidos”, dice el informe, como una muestra de lo relativas que suelen ser esas proyecciones. Y agrega: “El futuro de los derechos antidumping europeos para el biodiésel es una incertidumbre importante en la evolución del comercio de este producto”.

Según un trabajo publicado por la BCR en septiembre pasado, la industria del biodiésel en la Argentina está integrada por 37 plantas, con una capacidad de producción conjunta de 4,4 millones de toneladas anuales. De ese volumen, 46,4% está en manos de cuatro operadores: Dreyfus, Renova, Patagonia Bioenergía y Terminal 6, que tiene por accionistas a Aceitera General Deheza (AGD) y Bunge. En tanto, el segmento que incluye a los establecimientos con capacidad superior a 100.000 toneladas anuales representa ya 78,0% del total.

De esos 37 establecimientos, 18 están en la provincia de Santa Fe, que concentra además 79,0% de la capacidad. Otras 12 están en Buenos Aires, 3 en Entre Ríos, 2 en La Pampa, 1 en San Luis y 1 en Santiago del Estero. 

Ver también: Trump cierra las puertas al biodiésel argentino

Publicado el 01-03-2018
Foto: Carbio.

Biodiésel. Producción y exportaciones 2016-2017