MUNDO DEL TRABAJO

Según un informe de la OIT, las acciones dirigidas a morigerar el calentamiento global generarían 24 millones de nuevos puestos de trabajo hasta 2030.

De aquí a 2030, la aplicación de políticas adecuadas para promover una economía más verde podría generar la creación de hasta 24 millones de empleos, según las estimaciones de la Organización Mundial del Trabajo (OIT) contenidas en la más reciente edición de su informe anual sobre las perspectivas sociales y del empleo, disponible por el momento en inglés.

La OIT prevé que las acciones dirigidas a limitar el calentamiento global compensarán sobradamente la pérdida de 6 millones de empleos en otros sectores.

Entre los sectores que albergarán a mayor número de personas se encuentran la energía, a partir de prácticas sostenibles que incluyen la combinación de fuentes de energía, la promoción del uso de vehículos eléctricos y una mejora de la eficiencia en los edificios.

A ellos se suman los servicios ecosistémicos, que entre otras prestaciones incluyen la purificación del agua y el aire, la renovación de los suelos y la fertilización, el control de las plagas, la polinización y la protección contra las condiciones climáticas extremas, que apoyan en diverso grado a sectores como la agricultura, la pesca, la silvicultura y el turismo, fuentes de empleo para unos 1.200 millones de trabajadores.

En el otro extremo, el incremento de la temperatura media impactará sobre todo en la agricultura, al punto de provocar problemas de salud, como el agotamiento o el golpe de calor. El estrés térmico y las consiguientes enfermedades, estima el informe, causarán una pérdida de 2% en las horas trabajadas.

“Las conclusiones de nuestro informe ponen de manifiesto que los empleos dependen en gran medida de un ambiente saludable y de los servicios que proporciona. La economía verde puede permitir que millones de personas más superen la pobreza, y proporcionar mejores medios de subsistencia para esta generación y las futuras. Este es un mensaje muy positivo, una oportunidad en un mundo de opciones tan complejas”, declaró Deborah Greenfield, directora general adjunta de la OIT, durante la presentación del informe, denominado Perspectivas sociales y del empleo en el mundo 2018: Sostenibilidad medioambiental con empleo.

Cuando se analiza el panorama por regiones, habrá creación neta de puestos de trabajo en las Américas, Asia y el Pacífico y Europa, con 3 millones, 14 millones y 2 millones de empleos respectivamente. En cambio, si persisten las tendencias actuales, podría haber ligeras pérdidas relativas tanto en Oriente Medio como en África.

Desde la perspectiva de la economía, sólo 14 de los 163 sectores analizados en el informe experimentarían pérdidas de más de 10.000 empleos en todo el mundo. El más crítico es el relacionado con la extracción y la refinación del petróleo, donde podrían desaparecer más de un millón de puestos.

La utilización de nuevas fuentes de energía renovable, por su parte, podría compensar con creces las pérdidas ocasionadas por el paulatino abandono de la generación de electricidad a partir de combustibles fósiles, en proporción de 2,5 millones de empleos contra 400.000.

Por su parte, la economía circular —que incluye actividades como reciclar, reparar, alquilar y refabricar, en lugar del modelo apoyado en extraer, fabricar, usar y desechar— estaría en condiciones de aportar otros 6 millones de puestos de trabajo.

El informe de la OIT insta a crear sinergias entre las políticas de protección social y las medioambientales que apoyan tanto los ingresos de los trabajadores como la transición hacia una economía más verde.

Recomienda también la adopción de medidas urgentes a fin de anticipar las competencias necesarias para la transición hacia economías más verdes y ofrecer nuevos programas de formación. En el caso de la agricultura, por ejemplo, sistemas más sostenibles generarán empleo en granjas orgánicas, medianas y grandes, y permitirán a los pequeños productores diversificar sus fuentes de ingresos, en particular si los agricultores poseen las competencias adecuadas.

“El diálogo social, que hace posible que los empleadores y los trabajadores participen en los procesos de toma de decisiones junto a los gobiernos, desempeña un papel esencial para reconciliar los objetivos sociales y económicos con las preocupaciones medioambientales. En algunos casos, este tipo de diálogo no sólo contribuyó a reducir el impacto medioambiental de las políticas sino que también evitó las consecuencias negativa sobre el empleo y las condiciones de trabajo”, concluyó Catherine Saget, principal autora del informe.

Publicado el 18-05-2018
Fuente: OIT / Foto: S. Chakraborty / Mountain Partnership - OIT.