URUGUAY

En un discurso con fuertes definiciones políticas, el nuevo canciller, Rodolfo Nin Novoa, planteó que el Mercosur debe dejar atrás “la retórica vacía”.

En su primer discurso público, tras ser designado por el presidente Tabaré Vázquez, el nuevo canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, aseguró que fomentará la integración partidaria con el objetivo de “pensar, diseñar y ejecutar una política de grandes acuerdos nacionales” y que su gestión se apoyará en funcionarios de carrera. Señaló también que, en su inserción internacional, el país “no debe caer en la tentación de privilegiar la política sobre el derecho, de contraponer política con comercio o de afirmar solo vínculos o sociedades estratégicas con países que tengan gobiernos con afinidades ideológicas”.

“Somos conscientes [de] que en las últimas décadas los contextos que enmarcan la discusión acerca de las estrategias de inserción internacional de los estados nacionales han variado dramáticamente. Los avances incontenibles de la globalización se asocian con un visible rebalance de poder mundial en que la zona Asia Pacifico y en particular China se convierten en el gran factor dinamizador”, dijo Nin Novoa, que se refirió al nuevo papel de los países emergentes y en particular a los de la región.

“La gobernanza mundial proyecta incertidumbres tan radicales como exigentes. En ese marco, a nuestro juicio los procesos de integración en América Latina no han alcanzado el desarrollo esperado y exigen sinceramientos impostergables para poder estar a la altura de los desafíos del contexto internacional actual”, sostuvo el canciller.

“Los términos de la polémica real apuntan a cómo procesar la inserción internacional de un país pequeño como Uruguay desde las restricciones y de las oportunidades de los nuevos contextos”, apuntó Nin Novoa. Y subrayó: “Somos integracionistas desde siempre. Desde esa misma convicción queremos un Mercosur que se sincere. Que deje atrás la retórica vacía, que apueste a las concreciones y no a los discursos que luego no se cumplen. Queremos un Mercosur que se plantee objetivos y acuerdos viables, que si es necesario ajuste sus objetivos a las posibilidades actuales y que tenga una agenda externa activa que rompa con el encierro Nos consta que esta postura ha sido planteada muchas veces por los cancilleres anteriores pero no nos resignaremos a dejar de plantearlo”.

Más adelante, y tras considerar que “hace mucho tiempo que no existe espacio para un Uruguay ensimismado y de fronteras adentro, cerrado al mundo y con pretensiones de autarquía” y que “los procesos de integración de los que seamos parte pueden apostar al encerramiento”, dijo que no debe caerse en la tentación de privilegiar la política sobre el derecho o de contraponerla con el comercio.

Finalmente, tuvo algunas palabras para la gestión en concreto. “La definición e implementación de la política exterior debe expresar de manera clara la imagen de un gobierno y un Estado que actúan de forma coherente e integral, como sustento sólido de una prospectiva de desarrollo. Sin rigideces y con la flexibilidad que impone el vértigo del escenario internacional contemporáneo, en los contextos actuales son en verdad muchos los riesgos que se generan a partir de una acción de política exterior que peque de dispersión. La dispersión de las iniciativas de política exterior resulta contraproducente para la concreción de resultados efectivos en campos como en los de la promoción de comercio exterior, la cooperación, el desarrollo de la innovación en ciencia y tecnología, o el aprovechamiento en términos de “antenas proactivas” de los centenares de miles de compatriotas que conforman esa patria pelegrina de la extendida diáspora uruguaya”, explicó el nuevo canciller.

Publicado el 04-03-2015
Fuente / Foto: Ministerio de Relaciones Exteriores del Uruguay.